Universidad Salud Pueblos

IPHU


AUDIOS DE LA IPHU
  • Minorías sexuales en Uruguay. Pablo Nelerio
  • Estudio de Caso: Seguro social campesino en Ecuador. Byron Garces
http://www.archive.org/details/EsudioDeCasoSegurosSocialCampesino
  • Salud Comunitaria en Guatemala. Mario Valdez.
http://www.archive.org/details/SaludComunitariaGuatemala

  • Derecho a la salud en México. Roberto Moreno Fermín.
http://www.archive.org/details/DerechoALaSaludEnMxico


La Lucha de Crisanta en San Miguel Ixtahuacán 

Como acción de práctica y vivencia, desde los Estudios de Caso y la compartición intercultural, un grupo de personas nos trasladamos a la Comunidad de San Miguel Ixtahuacán, ubicada a 5 horas de camino desde la ciudad de Chimaltenango en Guatemala, en donde se realiza el Curso de la Universidad Internacional para la Salud de los Pueblos.


En San Miguel Ixtahuacán está emplazada la empresa transnacional minera Goldcorp, bajo el nombre nacional de Montana Marlyn. Desde el camino se puede observar un inmenso cráter en donde se trabaja mediante camiones y maquinaria pesada en la extracción de tierra para tener oro. A un costado aparece un lago muy grande lleno de agua con cianuro y demás desperdicios de materiales pesados, aparentemente en equilibrio natural, pues en la zona han sido emplazados árboles de pino para maquillar la devastación. Este lago de lixiviados es un bomba de tiempo que contamina agua, aire y tierra. El río está de color café cianurado, el aire huele a metal, y la tierra apenas da sus frutos.

El polvo acompaña a las carreteras que van hacia las comunidades, mientras que el pavimento es un signo del desarrollismo que se anuncia en forma de publicidad en las paredes de mercados, tiendas de abarrotes, y hasta en sitios públicos. Siempre se repiten los logotipos de las empresas mineras, prácticamente la gente los ha asimilado y se han convertido en parte de su cotidiano. Por otro lado también el alcohol se presenta en mercados y calles. Una cosa aparentemente invisible por la premura de tiempo en nuestra compartición en las comunidades, es la perdida de las identidades culturales de los diferentes pueblos mayas de Guatemala.

La transnacional minera ha provocado en la zona:
  1. Criminalización de la Lucha, el caso de Crisanta es un ejemplo, una mujer con siete hijos a cuestas que fue encarcelada por defender la tierra para que no se emplacen postes de luz en la parcela donde vive. Desde la persecución de ésta mujer, la comunidad ha emprendido en un su defensa mediante la campana: Toda@s somos Crisanta.
  2. Devastación de la naturaleza pues se ha contaminado agua, aire y tierra.
  3. Resistencia  desde los pueblos originarios como ejemplo de vida.
  4. División al interior de las comunidades y el radio de acción de la empresa minera.
  5. Impactos en la salud con enfermedades en la piel, daños psicológicos y otras.
Carmen Mejía, indígena de ADISMI, que trabaja en el acompañamiento de la lucha, en especial de las mujeres, asegura que la misma esta criminalizada, hay persecuciones y amenazas. Para el 22 de abril, Día de la Tierra, estamos organizándonos para una gran marcha a nivel nacional, con líderes de las comunidades, autoridades de la Alcaldía Indígena, coordinamos  también con alcaldías de otros lugares de nuestro Municipio. Quisiera enviar este mensaje a todas las compañeras y compañeros que estamos en pie de lucha: decirles que sigamos adelante y expresarles que en todo lado las empresas mineras manejan el mismo patrón de amenazas y miedo. Creo que podemos unirnos y con el mismo esfuerzo podemos resistir, no vamos a dejar que nos destruyan completamente, debemos proteger la madre tierra.


Mina para extracion de oro
Alumnos de la IPHU de países como Guatemala, Colombia, Bolivia, México, Ecuador, Brasil y España van compartiendo experiencias en torno a la devastación social y de la naturaleza por varias comunidades de la zona. En una reunión de dirigentes se prepara la participación por el Día de la Tierra; en otra se analizan los derechos desde la información, la resistencia, la salud y los impactos en la organización social.

Marvin, de Venezuela, hizo un llamado para que se escuchen las voces de los pueblos originarios, además resaltó  la  propuesta para que este caso de San Miguel Ixtahucán se ponga en conocimiento mundial mediante un comunicado hacia la Comisión de Derechos Humanos.

Rosario, de Bolivia, pidió el acompañamiento de ésta lucha anti minera a todas las organizaciones sociales que deseen emprender en una serie de acciones para que esto se conozca. Se solidarizó mediante un comunicado realizado por la Unión Latinoamericana de Mujeres: “Más allá del Reto: Mujer, Minería y Derechos Humanos” que se realizó en marzo de 2010 aquí en Guatemala, en donde la  conclusión fue: Se respete la resolución de la OIT que ordena el cese de la actividad minera en San Miguel Ixtahuacán, San Juan Sacatepequez y que está  se extienda a las licencias otorgadas en Izabal en Guatemala.

Byron, de Ecuador, contó como en Guatemala ya están en la fase de explotación minera, mientras que en Ecuador se está dando la fase de exploración; por eso hizo un llamado a todos los lugares en donde se pretenda realizar estas acciones de minería a cielo abierto para que estén atentos a la devastación y luchen por el derecho a la tierra y a la salud. También planteó la articulación de una Red de Comunicación al interior del IPHU y con proyección mundial que comparta las experiencias, visiones, expectativas, denuncias y atropellos sobre minería a cielo abierto.

Claudemir, de Brasil, se preguntaba: ¿Si las empresas mineras dan caminos, escuelas, programas económicos, pero se agota el agua de la zona por la utilización en la mina de cielo abierto? Reflexionó, que si no se tiene agua, no se tiene la vida, entonces no vale la pena emplazar este tipo de transnacionales en la región, ni en el mundo.

Leonel, de México, comentó como lloraron cuando las mujeres luchadoras en defensa de la tierra les compartieron sus experiencias sobre muertes, persecuciones, división de familias, rajaduras en las casas por efecto de explosivos utilizados en la mina a cielo abierto, intoxicaciones con cianuro y mercurio,  y el control de las comunidades afectadas con la complicidad de las autoridades. Por eso es importe hacer visible esta lucha y emprender en acciones concretas  para que los pueblos originarios de Latinoamérica nos unamos para denunciar a las empresas transnacionales mineras que devastan el planeta. Compañeros y compañeras el Día de la Tierra, todos debemos estar en las calles de Guatemala para decir: No a las trasnacionales mineras.

Mientras tanto el Curso de la IPHU continúa entre las expectativas de analizar ejes como Interculturalidad y Salud, y la Atención Primaria en Salud en las comunidades de Guatemala.

Chimaltenango 2010
Patricio Matute García

Día Internacional de la Tierra

Marcha Día Mundial de la<br />
Tierra, Ciudad de Guatemala, Guatemala, 22 de abril 2010
El 22 de abril no pasará desapercibido en Guatemala y en muchos de los países del mundo, particularmente en aquellos que están compuestos por una mayoría o un importante sector de población indígena y de origen ancestral. Efectivamente, en Ciudad de Guatemala, una marcha de más de 10.000 personas que representaban a diferentes pueblos que forman la gran unidad Maya: Q’eqchi’, Pocomchi’, kiche, Ixil, Xinca, Poceman, Q’anjobal, Mam, rabinal Achí y Tzutujil, cruzó la ciudad, recorriendo más de 10 kilómetros hasta llegar a la Casa Presidencial. Otro tanto ocurría en el resto del país, tanto en las urbes como en el campo, de suerte que el grito en defensa de la Tierra se escuchó profundo en las conciencias o, al menos, en los oídos de la gente.

Mujeres y hombres con trajes multicolores. Autoridades comunitarias con sus bastones de mando y otras insignias, muchos de ellos vestidos con elegantes ternos y sombrero. Jóvenes madres cargando en sus espaldas a sus  tiernos hijos, ancianas con el signo de la dignidad y el dolor gravado en sus rostros, niños sonrientes pero inquietos, algunos descalzos y de la mano de sus padres. En fin, un mosaico de expresiones humanas y culturales que esperaban las disposiciones finales para dar inicio a la caminata.

Así arrancó la marcha en defensa de la Tierra: caminando en hileras dobles y disciplinadamente, desde El Obelisco y con dirección al centro de la urbe. Luego, como pequeñas vertientes venidas de diferentes arterias laterales y que descienden hasta el gran torrente, esto es, la Av. La Reforma, cientos de personas engrosaron la multitud que crecía con rapidez. Desde los vehículos se perifoneaban consignas a favor de la vida y en contra de las acciones que pretenden sacrificarle a la Tierra, hasta sus entrañas, a fin de aumentar sus capitales y el poder político sobre pueblos y seres que sólo buscan una vida digna y en paz. Los marchantes, igualmente, cantaban y entonaban  consignas de denuncia y reivindicaciones puntuales.

Sin embargo, la euforia de los participantes contrastaba con la actitud de quienes observaban en silencio y pasivamente su paso. ¿Existe acaso un distanciamiento entre la población urbana de Guatemala y las comunidades indígenas? Por qué es visible que salvo alguno que otro rostro, la identidad entre la gran mayoría de habitantes de este país, viene de un mismo origen y culturalmente se reconocen, incluso por encima de las diferencias construidas por los grupos hegemónicos, tanto durante la Colonia como a lo largo de la República. Cosas que deben responderse por esa urgencia de redefinición de las identidades, más allá del juego político e ideológico que se visibiliza en la historia de los últimos cinco siglos de la América invadida y colonizada. Podría ser igualmente porque ciertos temas como el específico de este día, no entra en el calendario de las reivindicaciones urbanas, puesto que el medio ambiente poco importa o no se visibiliza, salvo claro está, la polución en todos sus niveles.

Retomando el curso del evento, igualmente fueron importantes las denuncias en torno a las mineras, cementeras, explotación petrolera, mega proyectos hidráulicos, cultivos extensivos de palma africana y caña de azúcar, que están destruyendo la naturaleza y dividiendo a las comunidades, en medio de la represión más salvaje. Se escucharon las voces de San Juan de Sacatepéquez y San Miguel Ixtahuacán, afectados por la acción de poderosas familias locales en asociación con empresas multinacionales de Canadá, Suiza, Estados Unidos, España y otros países del llamado “primer mundo”.

Así, en medio de la marcha, comisiones de dirigentes llegaron hasta las oficinas de las respectivas embajadas, situadas en lujosos edificios de la zona moderna de Guatemala, las mismas que ostentan el poder invisible de los dueños del mundo. Su objetivo era el de dejar por escrito las exigencias para que terminen las acciones mineras en el territorio nacional. Y como era de esperarse, coincidencia o no, los diplomáticos no se hallaban, pues estaban de viaje, tal vez recibiendo nuevas órdenes ¿quién sabe?

Luego, ya en el centro de la ciudad, igualmente se procedió a entregar el documento en la Corte Suprema de Justicia y finalmente en la Casa de Gobierno. ¡Pero que va! Todas las autoridades se hallaban ocupadas. ¡Total!

Fue entonces que con los bastones de mando y demás insignias de poder comunitario, apoyados por los participantes en la movilización, los dirigentes exigieron ser recibidos por el Presidente de la República, sabiéndose que no podía atender al grupo, ya que se hallaba reunido con la alcaldesa de San Juan de Sacatepéquez, quien al final, de forma descarada buscó dirigirse a los presente, siendo rechazada con gritos y silbidos, pues era acusada de traidora a su pueblo y vendida a los intereses de los dueños de la cementera.

Dos funcionarias celosamente escoltadas por los guardias de seguridad llegaron hasta la puerta y recibieron el documento. En el mismo, los demandantes exhortaban a dar cumplimiento a las exigencias de la ONU y otros organismos mediadores, los mismos que intervinieron luego de los violentos incidentes ocurridos como parte de la represión policial a las aldeas y pueblos involucrados en el sector de San Juan.

La marcha terminó a las 14h00 con un acto político en la plaza central de Ciudad de Guatemala, en el que intervinieron los dirigentes de la misma. Se recalcó el hecho de que esta era la última acción conciliadora; terminado el plazo que contiene el documento, las comunidades indígenas tomarán otros causes a fin de que su voz sea escuchada.

A la espera de que estas acciones no sea tomadas como actos de terrorismo -la cómoda escusa- para descargar todo el odio de la burguesía contra quienes intentan subvertir su orden de explotación y miseria.

Chimaltenango, 24 de abril de 2010
Jaime Idrovo Urigüen
EQUIPO  COMUNICÁNDONOS

La Interculturalidad en Salud

En algunos países de América Latina ya llevamos más de 25 años debatiendo sobre la Interculturalidad. Producto de este largo y a veces estéril proceso, algunos estados han incorporado a las nuevas constituciones los términos: pluricultural, pluriétnico e incluso, plurinacional. En otros, la discusión comenzó más tarde, mientras que algunos no lo hacen aún o simplemente lo ignoran.

Dando la impresión de un mundo con diferencias profundas y, ciertamente, ello es verdad, pues en este inmenso territorio con diversidades culturales, sociales y políticas, los caminos por andar son difíciles, si no imposibles, al menos por ahora.

En este sentido, los grupos de trabajo del IPHU congregados en Chimaltenango, discutieron sobre el tema, concertando y divergiendo, razón que nos permite entender que:

Muchos términos que se discuten en los últimos años, han surgido desde la reflexión de intelectuales y académicos interesados, más en las categorías epistemológicas que en el entendimiento de las necesidades concretas de los pueblos involucrados. Por ello, mientras no sean estos últimos quienes definan la direccionalidad de lo que buscan cimentar, el debate seguirá prolongándose por encima de las realidades que se busca cambiar.

Es decir, que el reconocimiento y la afirmación de las identidades dentro de la unidad cultural de los pueblos originarios y afro-descendientes, resulta ser la única garantía para que un verdadero diálogo de saberes establezca el puente de una auténtica práctica de la interculturalidad, que siempre estará por encima de las leyes y el arbitrio de los gobiernos nacionales.

Quedando como reflexión paralela, la necesidad de pensar en la relación y las contradicciones que se establecen entre la sociedad y su medio ambiente respectivo, puesto que la cultura no es otra cosa que el resultante de esta dinámica siempre en movimiento, dentro de la cual cobra sentido la interrelación de los grupos humanos, ya sea desde su parentesco o diferencias, pero siempre en la búsqueda del saber compartir y convivir con aquello que es propio a cada comunidad humana.

Mientras que, a medida que siga deteriorándose la naturaleza y los territorios étnicos cercenándose, los acuerdos se hacen más urgentes, sobre todo en torno a la defensa de los espacios de vida, que son en último término la base de la reproducción social y la supervivencia del Planeta, sin cuya existencia de nada servirán las buenas intenciones, vengan de donde vengan.

Chimaltenango, 15 de abril del 2010
Jaime Idrovo Uriguen
EQUIPO  COMUNICÁNDONOS


VIDEOS: SALUD COMO DERECHO HUMANO FUNDAMENTAL /LUCHA /RESISTENCIA SOCIAL/

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